Generalmente se define el lenguaje como un instrumento de comunicación. Es decir, se lo identifica con una de sus funciones, tal vez la más importante, en esta era llamada de las comunicaciones. Pero bien se sabe que los miembros de una sociedad utilizan el lenguaje con las más variadas funciones e incluso se le utiliza para mentir y engañar a nuestros semejantes.
Siguiendo las investigaciones teóricas de Roman Jakobson, establecemos que el lenguaje se utiliza con seis funciones generales:
1. Función informativa: Esta función tiene énfasis en el contexto. Se encarga de informar sobre las cosas del mundo por medio de oraciones afirmativas o preguntas.
2. Función expresiva o emotiva: Esta función tiene énfasis en el emisor. Se encarga de la expresión de los factores emotivos.
3. Función conativa: Esta función hace énfasis en el receptor. Se encarga de expresar órdenes, mandatos y ruegos.
4. Función fática: Esta función hace énfasis en el canal. Se encarga de establecer relación social entre los grupos humanos.
5. Función poética o estética: Esta función hace especial énfasis en el mensaje. Se puede definir como aquel uso del lenguaje en que la orientación del mismo esta puesta sobre el mensaje mismo; es decir, todos los elementos del código lingüístico se ponen en función del mensaje que queremos comunicar.
6. Función metalingüística: Esta función hace énfasis en el código. Se encarga de reflexionar sobre el lenguaje mismo.
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